martes, noviembre 14, 2006

Repaso de Torneos Anteriores - Promesas Truncas Sub-40 2003

En éste torneo, se reunieron algunos de los que habían pertenecido a la vieja Escuelita de los años 80 que funcionaba en la sede de la calle Navarro detrás del Club Comunicaciones dirigida por el maestro tan querido de todos, Carlos Gentile, y asistido por Carlos Murat y Gustavo Aguila.
Alguno de éstos alumnos realmente prometían con su despliegue de gran talento, citando como ejemplo a Juan Pablo Miracca campeón Metropolitano Cadetes 1985.
El ocurrente Andrés Reinoso lo bautizó como Torneo "Promesas Truncas" y el desempeño desplegado por sus participantes sugirió a algunos otros amigos bromistas el sutil nombre de "Promesas Troncas" (ejemplo de ello la partida Francia-Caliva)


Promesas Truncas Sub-40 2003 - Round 7
Standings
1 Spagnuolo, Nestor 6.5
2 Reinoso, Andres 5.5
3 Santoro, Osmar 5
4-5 Savino, Damian 4
Picchi, Conrado 4
6 Baek, Hernan 3.5
7-8 Savino, Alejandro 3
Francia, Victor 3
9 Benincasa, Carlos 2.5
10-12 Caliva, Hector Daniel 2
Meglio, Fausto 2
Niedermayer, Andres 2
13 Martinez, Adrian 0
by Swiss Perfect (TM) http://www.swissperfect.com/

En la foto siguiente se ve a los tres participantes que lograron ubicarse en el podio del torneo.


Cito a continuación un fragmento del artículo escrito por Andrés Reinoso publicado en la Revista Nuestro Círculo Nro 9, que describe con la elegancia que lo caracteriza para la redacción, un grato recuerdo que muchos de nosotros guardamos en el corazón de aquella época y es un homenaje a muchos que se han brindado por los que han sido alumnos en los 80 de la gloriosa Escuelita del Círculo de Ajedrez de Villa del Parque.


RECUERDOS DE UNA EPOCA GLORIOSA
(La escuela del `80)
por Andrés Reinoso - Revista Nuestro Círculo Nro 9 - 6 de octubre de 2002.

Al momento de escribir esta nota observo a mi pequeña hija (casi siete meses)* y me la imagino, ¡oh, repetido pecado paternal!, agarrando dentro de unos meses las piezas-juguetes y llevándoselas a la boca, en un primer intento de captura al paso.

Acto seguido, como suele suceder en estos casos, intento recordar entre neblinas temporales cómo fue que llegué a este crítico punto de fanatismo, a saber:

- Llevarme las revistas de ajedrez al baño.
- Tener siempre armada una posición en el tablero magnético oculto debajo del mostrador los domingos laborales.
- Insistir en los puestos de libros usados, buscando algún demacrado libro de Torneo de los años ´30 a bajo precio o, aunque más no sea, unas oxidadas revistas “Ajedrez” con las páginas completas.
- Parar la oreja cuando escucho algún nombre que termine con la sílaba sonora “of”.

Y en todos los recuerdos están aquellos comienzos en el Círculo de Navarro, la gigantesca (¡para mis 12 años lo era!) y oscura escalera que conducía al primer piso, los furiosos pimpones de “los grandes” (de chiquilín te miraba de afuera...), mi viejo conversando con Francia** antes de volver a casa, , los inolvidables concursos de acertar jugadas del Maes-tro Foguelman, el imborrable honor de ver alguna partida nuestra transcripta en la revista NUESTRO CIRCULO, el olor a cigarrillo, tal vez algún habano (¿quién los fumaba?) y esa ya querible humedad.

Es intención de esta modesta nota realizar un homenaje a la camada de la que surgí ajedrecísticamente allá por los ‘80, una considerada excelente época para el ajedrez juvenil del Círculo. Estadísticamente, podemos
mencionar como importantes momentos de ese período:

-Sergio Angelillo, campeón Argentino Infantil 1984.

-Juan Pablo Miracca, Campeón Metropolitano Cadete 1985.


















-Pablo Calello, con “infinidad” de Torneos Interescolares en su haber.



-Dignísima representación del equipo del CAVP en torneos por equipos de su categoría.
-Rápida ascensión de los juveniles a 1º categoría del Círculo.
Y, por mi parte, un luchado 4º puesto en el Metropolitano Cadete que ganó Miracca, accediendo al campeonato Argentino de la categoría donde nos tuteamos sin complejos con otros nenes como Zarnicki, Valerga, Dedovitis y Cía.
Esto es sólo lo que mi memoria permite; los números de la época de Nuestro Círculo darán un aspecto más preciso a esta parcial cronología.

Pero uno de los más importantes logros deportivos fue la continuidad que generó estos resultados. Las competencias internas del círculo y el jugar afuera (San Pedro, Partido de la Costa, Salta, Santiago del Estero, entre los que se quedaron en mi memoria) a que nos “sometían” nuestros maestros, no se distan-ciaban unas de otras más de tres meses, por lo que nuestro nivel ajedrecístico estaba constantemente a prueba y sometido a un potencial crecimiento.

Pude ver y experimentar cómo nos padecieron algu-nos “históricos” del círculo, al principio quizás por confiarse, luego por crecimiento propio; así empezamos a nutrirnos de la pura cepa barrial de Villa del Parque que, más de una vez con Pablo Calello (algo habré hecho mal en la vida anterior, por que hasta el día de hoy lo sigo “sufriendo”) ascendimos a categorías mitológicas y hasta épicas (¡no me pidan que cuente detalles de la rivalidad con Torre Blanca!).
El romanticismo de épocas pasadas era conjurado en el Gambito Englund de Osmar Santoro y contestado en las laberínticas posiciones que creaba Carlos Benincasa. El espíritu de potrero en las pirateadas pimponeras del Spagnuolo (el especialista). El pulcro tecnicismo posicional en las blancas movidas de Juan Pablo Miracca. Y por allí estaba apareciendo la inspiración kamikaze de Carlos Perez Pietronave a la par de los logros infantiles de Sergio Angelillo. Sueño todavía con reunirnos a disputar un conversado Magistralito.



Alumnos de la Escuelita de Ajedrez en 1984.

Pero si sentí la necesidad de escribir esta nota no fue para enumerar cantidad ni calidad de juego de un grupo de imberbes jugadores: de lo que realmente estoy orgulloso es de haber tenido el privilegio de haber sido formado por auténticos Profesores de Ajedrez, verdaderos culpables de ese duradero lazo con los trebejos: Gustavo Aguila, Carlos Murat y especialmente Carlos Gentile nos formaron sin mezquindad alguna y con la más pura dedicación, sacrificando tiempo de sus actividades (y quién mejor que ellos pa´ los sacrificios), y enseñándonos no sólo cómo jugar ajedrez, sino también cómo quererlo.

A ellos van dedicados mis más cálidos recuerdos de aquella época dorada...."

*Hoy en el 2006 tiene 5 años de edad.
** Antonio Rafael Francia Arbitro Internacional sin ninguna filiación con el otro Francia del club.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi nombre completo es Luis Florencio Nicolas Calello tengo 40 anos, vivo actualmente (ano 2015) en Punta Arenas, Chile y fui parte de esa gloriosa generacion. Pasaron 30 anos de aquella epica que claramente nos marco de manera honrosa. La narracion de Andres me emociono hasta las lagrimas.